quarta-feira, 30 de outubro de 2013

" Mis ojos cercanos o distantes, en verdad
        distinguen el bello rostro siempre que aparece,
        pero los pies no tienen fuerzas para llevar
        hasta allí brazos y manos, oh Señora.

        El alma, la mente, cuando es pura y firme,
        asciende por los ojos más vasta y libre,
        hasta vuestra ilustre belleza, más fuego tan alto
        no da tal privilegio al mortal, ni al pesado

        cuerpo humano, que tampoco tiene alas, y así,
        apenas puede seguir al ángel si vuela,
        y vanidad y elogios hijos sólo son de la vista.

        Pero si en el Cielo tenéis el mismo poder,
        entonces haz que mi cuerpo sólo sea una pupila,
        o destruidme si me falta vuestro deleite "

            Miguel Ángel Buonarroti ( 1475-1564 )

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