" Mis ojos cercanos o distantes, en verdad
distinguen el bello rostro siempre que aparece,
pero los pies no tienen fuerzas para llevar
hasta allí brazos y manos, oh Señora.
El alma, la mente, cuando es pura y firme,
asciende por los ojos más vasta y libre,
hasta vuestra ilustre belleza, más fuego tan alto
no da tal privilegio al mortal, ni al pesado
cuerpo humano, que tampoco tiene alas, y así,
apenas puede seguir al ángel si vuela,
y vanidad y elogios hijos sólo son de la vista.
Pero si en el Cielo tenéis el mismo poder,
entonces haz que mi cuerpo sólo sea una pupila,
o destruidme si me falta vuestro deleite "
Miguel Ángel Buonarroti ( 1475-1564 )
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